Lunes Santo: Las primeras decepciones...

Amanecía el Lunes Santo con sol y algunas nubes, yo confiado de mí pensaba que iba a ser otro gran día, pero cuando salimos justo después de comer hacia Granada y ver como estaba el cielo ya me puse un poco nervioso.
Y es que era el día más esperado para mí ya que tenía muchas ganas de ver de nuevo a Jesús del Rescate en la calle, de disfrutar de la bulla de vuelta con el Huerto y del recogimiento de la Hdad. del Cristo de San Agustín. Tan sólo la lluvia podía estropear esta jornada y todos los meses de espera hasta que ha llegado el día.

Llegamos a Granada bien temprano para irnos hacia el Zaidín y ver a la Hermandad del Trabajo en su barrio, en su "salsa", para sentir como arropa su gente a su cofradía, a su Cristo y a su Virgen (aún le queda a la Virgen del Consuelo llegar en devoción y "tirón" a la Virgen de la Luz).
Poco antes de las cuatro y media de la tarde llegaba la Cruz de Guía a la avenida Dílar y las primeras gotas de lluvia empezaron a caer, incluso obligando a la AM "Jesús Cautivo", que iba precediendo al cortejo, a parar de tocar. "Sólo es esta nubecilla", "esto no es nada", "son cuatro gotas" es lo que se escuchaba entre la gente mientras mirábamos y mirábamos el cielo y veíamos como cada vez se iba poniendo más oscuro.

Aún así se reanudó la marcha y cuando más apretaban las "cuatro gotas" se pudo escuchar los sones de la marcha real interpretada por las Banda de las Tres Caídas de Granada. La llovizna cesó y apareció el paso de misterio. Portado por costaleras el paso iba "comiendo calle", avanzando con fuerza, como tenía que ser por si acaso un chaparrón le pillaba en su caminar hacia la catedral.

Tras varias filas de camareras llegó la que da "Luz" a todo el barrio, la imagen que tallara Espinosa Alfambra (al igual que el Cristo del Trabajo), llevaba a todo su barrio alrededor, tanto que nos era difícil andar para acercarnos a la imagen. Al igual que el misterio, no se paraba de andar en casi ningún momento, salvo las esenciales para el descanso y una obligatoria para que escuchara la saeta de una devota.

Una vez lograda las fotografías fuimos corriendo hasta el barrio de la Magdalena para ver la salida de Jesús del Rescate. Jesús del Rescate, la imagen que me "enganchó" a la Semana Santa de Granada cuando veía los resúmenes de Canal Sur cuando era sólo un niño, obra del también genial Diego de Mora, hermano de José, talla que me deja absorto y que me cuesta mucho dejar de admirar.

De camino nos volvió a llover, esta vez con un poco más de intensidad, cosa que ya nos hizo a Pili y a mí pensar en que quizá no pudiéramos ver a esta cofradía en la calle. Aún así nunca perdimos la esperanza.
Colocados en la calle Puentezuelas escuchamos como llegaba la AM "Jesús de la Salud" de Alcalá la Real y nada más terminar de tocar la marcha ordinaria tronó y comenzó a llover de forma intensa. Nos acordamos de la Hermandad del Trabajo que estaba totalmente desplegada en el barrio y de las otras de la tarde.

Nos dijeron que la hermandad había decidido tomar una hora de prórroga ante la adversidad climatológica y pasada la misma y viendo que aún chispeaba nos acercamos hasta la puerta de la iglesia donde ya nos confirmaron que la Hdad. del Rescate no salía. Entramos hasta el interior de la misma para ver a Jesús y preguntamos por el resto de hermandades que estaban en la calle, contestándonos que la de los Dolores se echaba a la calle en un segundo intento tras cesar de llover y que la del Trabajo se daba la vuelta tras estar varios minutos bajo un techado del patio de bomberos.

 Y hasta Plaza Nueva en busca de la Virgen de los Dolores, la de palio color salmón, cosa rara para una imagen con tal advocación. Por el camino quedamos con unas amigas de Pili que nos volvieron a contar lo ocurrido con la Hdad. del Trabajo y mientras observábamos que no dejaba de llover en ningún momento, aún así cuando llegamos a Plaza Nueva el cortejo de la cofradía albaicinera estaba en la Carrera del Darro y la Virgen de los Dolores (con el manto tapado por un plástico) iba caminando rápidamente.

Tras una breve parada frente a la iglesia de Santa Ana, se levantaron y recorrieron toda Plaza Nueva, llegando incluso hasta la Capitanía sin parar (más tarde nos dijeron que en tres chicotás se hicieron desde esta plaza hasta la catedral, una auténtica paliza). La lluvia cada vez se hacía más intensa, pero ello no hizo que la hermandad dejara de andar en ningún momento.

Malas noticias nos llegaban desde el Realejo ya que la Hdad. del Huerto decidía no salir y seguramente tampoco lo haría la del Cristo de San Agustín. Nosotros ya dimos la tarde por perdida y nos dedicamos a darnos una vuelta, confirmando la no salida del crucifijo y su Madre de la Consolación.
Decidimos volvernos para casa, pero viendo que ya no llovía lo pensamos y fuimos hacia la catedral para ver de nuevo a la Virgen de los Dolores. La vimos saliendo por la Puerta del Perdón y la acompañamos hasta la Gran Vía y Carrera del Darro.

En su recogida (con frío casi polar) nos comimos unos bocadillos mientras llegaba el cortejo. En la Carrera del Darro estaba el paso de palio abrigado por mucha gente y la Banda de Música "Virgen de los Dolores" (propia de la hermandad, antes llamada "Virgen del Mayor Dolor") tocó "Pasan los campanilleros" y "Ntro. Padre Jesús", del maestro Emilio Cebrián.
En ese momento tuve una premonición mientras sonaban los acordes del Himno de Jaén y fue que le dije "espero que no, pero me da a mi que esta es mi despedida de la Semana Santa de Granada este año". Y que manera de terminar el día que escuchando una marcha tan típica jiennense mientras el palio se aleja por "la calle más bonita del mundo".

De camino hacia el coche nos pasamos por la capilla de salida de la Hdad. del Huerto, donde tuvimos unos momentos de intimidad con ambos pasos, que habrá que esperar para verlos de nuevo en la calle...