Pasadas las cuatro de la tarde se abrieron las puertas del Perpetuo Socorro y un gran aplauso nos hizo pensar en que el cortejo se puso en marcha.
El cielo estaba nuboso aunque el Sol estaba ganándole el pulso a las nubes, eso sí había algunas nubes que daban bastante miedo...
Y por fin llegó. Filas de nazarenos de antifaces azules que precedían a varias parejas de niños vestidos de hebreos acompañados por sus padres. Desde luego la nota simpática de la que es la cantera cofrade de la ciudad. Decir que los nazarenos no portan cirios, sino palmas.
Al fondo de la calle ya se podía ver el movimiento de esa gran palmera que porta este misterio. Un paso que me encanta: sus imágenes, su forma de andar siempre de frente e incluso el movimiento de esa palmera que este año no dio el susto que dejó en la pasada Semana Santa.
Como viene siendo habitual la A.M. "Jesús de la Salud" de Churriana de la Vega acompañó a esa majestuosa talla que nos dejara el inmortal Espinosa Cuadros (que indirectamente es uno de los protagonistas de la jornada). Esta formación musical, aunque no es de las mejores que he escuchado en este año, sí que denota calidad y que poco a poco ha ido creciendo y que seguro que su mejor nivel llegará próximamente.
Tras una impresionante levantá, siguió avanzando el misterio con fuerza para acercarse hasta el Arco Elvira donde Jesús entrará triunfalmente en Granada.
Tras las camareras de la Virgen llegó el paso de palio que se giró hacia la residencia de ancianos de San Juan de Dios, despertando la fibra sensible de algunos de los asistentes. La Virgen de la Paz, obra de Dubé de Luque (aunque no lo parezca) es una imagen a la que tengo cariño, ya no sólo por su advocación que comparte con la Titular de mi Hermandad, sino porque va paseando un trocito de nuestra ciudad por Granada, ya que las bambalinas de su palio fueron bordadas por nuestras Madres Dominicas.
Con "Madre Hiniesta" nos despedimos de este punto, una marcha que ha sonado mucho en el coche de Pili esta Cuaresma y que nos encanta (junto con "mi" Margot, por supuesto).
El siguiente paso fue dirigirse hacia la iglesia del Sagrario desde donde saldrá la Hdad. del Cautivo. Se nota que el año pasado apenas salieron hermandades en Granada ya que había mucho ambiente y la gente llenaba cada rincón por donde iban a transcurrir las hermandades del día.
Salió la Cruz de Guía de la corporación franciscana y es una pena ver un cortejo de una capital con tan pocos nazarenos ya que casi inmediatamente apareció el paso de Jesús Cautivo. Una salida preciosa en un entorno envidiable con la portada de la catedral como telón de fondo y unos palcos aún vacíos ya que quedaban unas horas hasta que llegara la primera hermandad.
Su propia agrupación musical acompaña a este paso. De reciente creación pero con músicos ya experimentados, sin duda (y al igual que le pasó a los linarenses que acompañaron a nuestra Mulica) irán creciendo con el tiempo.
Llegó el turno a su cuerpo de camareras y al paso de palio de María Stma. de la Encarnación. Obra también del hispalense Dubé de Luque iba preciosa a mi gusto y andando muy bien. Fue una sorpresa que llegando al pie de la torre una gran petalada dio la bienvenida a la Virgen y que hizo que estuviéramos toda la tarde quitándonos pétalos de la ropa y cabeza. Sin duda, una gozada.
Tras esto vimos por la televisión local la salida de la Hdad. de la Cena y ya, despreocupados totalmente por la meteorología nos fuimos Pili y yo en busca de más hermandades...
No hay comentarios:
Publicar un comentario