Estoy buscando la revista "Alto Guadalquivir" del año 1995 dedicada a la Semana Santa de la provincia de Jaén, que salía en la portada el Cristo de los Estudiantes de Jaén frente a la Catedral.

Busco fotos de las hermandades tosirianas de los años 80 y 90.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Imágenes del Ayer: El Santo Entierro.

En este mes de los difuntos, donde las dolorosas se visten de negro en honor a sus cofrades fallecidos, quería dedicarle esta sección a la Hermandad del Santo Entierro. Hermandad un poco diferente al resto de las tosirianas, pero de gran arraigo y solera en nuestra ciudad, con un patrimonio maravilloso, centrado sobre todo en su imagen de Jesús Yacente (anónimo del s.XVI) y la urna que lo cobija (Meneses, s.XIX).

En la primera de las fotografías se observa el transcurrir del paso en la noche del Viernes Santo de los años 50, por la calle San Antonio. Lugar especial para esta cofradía, ya que en la casa que se observa y hacia donde miran algunos anderos es donde durante todo el año se custodian los enseres y la imagen del Santo Entierro.
Una familia que fue "mecenas" y que salvaguardó la magnífica talla durante la Guerra Civil y que de su bolsillo sale todo el dinero para la costear la procesión (velas, túnicas, flores, música...) y para la restauración de sus enseres (urna y recientemente el trono, aunque a la imagen no le vendría nada mal la tan ansiada restauración antes de que sea demasiado tarde y la perdamos del imaginario cofrade).


Volviendo a la fotografía, observamos el paso a hombros de sus anderos (aún no se le había encargado a Amadeo Ruiz Olmos el magnífico paso que posee en la actualidad), ataviados con el traje de estatutos de la hermandad, aunque hay algunos que tienen el caperuz levantado a modo de pañoleta y otros no.
Como era habitual en esta etapa dorada de nuestra Semana Santa, la Centuria Romana acompañaba escoltando el paso, al cual realizaba reverencia y rezo antes de la procesión (tal y como vemos en la segunda fotografía).
Las aceras llenas de observadores (como también era habitual en aquellos años), completan la escena.

El Santo Entierro fue otra de las hermandades tosirianas que cambiaron el tradicional "paso tosiriano" por la moda que llegó a nuestra ciudad de los llamados "carros triunfales", es decir, pasos más grandes, pero portados a ruedas (véase los ejemplos de la Sentencia, Jesús Nazareno, Virgen de las Angustias u Oración en el Huerto), aunque viendo las sencillísimas andas, acertanron al contratar con tan insigne escultor su grandioso trono, sin duda una de las estampas más clásicas y rancias de nuestra Semana Santa.
En esta tercera fotografía lo observamos en todo su esplendor, preparado en una soleada tarde de Viernes Santo, quizás en su estreno o a los pocos años de hacerlo.

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